En 1610 aparecen dos publicaciones mayores en el género sacro. La más importante es el compendio de piezas para la liturgia de las Visperas de María de Claudio Monteverdi. El segundo compendio importante impreso lleva por título "Concerti Ecclesiatici" de Paolo Cima en Milán que tomo como modelo a Ludovico Viadana, que publicó en 1602 el conjunto de título "Cento Concerti Ecclesiastici", con piezas para voces solistas, evitando así los problemas de falta de efectivos de grupos corales. A partir de entonces, se hace recurrente el recurso a una voz solista en detrimento del coro. Cima ilustrará perfectament esta nueva opcion sin dejar de lado el marco de la vieja tradición. Los "Concerti" de Cima son más variados que los de Monteverdi, componiéndose en su mayor parte de motetes sobre textos del Cántico de los cánticos de Salomón. Las piezas se adaptarian a diferentes textos y a todas las posibles ocasiones litúrgicas. En el presente CD, asistimos a un repertorio formado por sonatas instrumentales, diferentes Antífonas a cargo del grupo de canto gregoriano Cantilena Antiqua y diferentes motetes para voz solista y conjunto instrumental, a cargo de las voces y los instrumentos de Musica Fiorita. Al repertorio se añaden tres piezas, a saber, un Capriccio a 2, una Sonata a 4 y el Himnus "Ave Maria Stella", del hermano de Paolo Cima, Andrea Cima. El CD se escucha bien, se agradece la alternancia de sonatas intrumentales, antífonas y motetes. Quizás, es en la parte vocal donde se me antoja un resultado final menos luminoso, sobretodo por una cierta falta de fluidez en alguna de las voces solistas. Aún estando dentro de lo correcto, presumo también que el grupo de canto gregoriano podría llegar a unas prestaciones mejores. Con todo, el disco es recomendable para los amantes de la música sacra del siglo XVII para liturgias varias y en particular, para las Visperas de la Beata Virgen María, más allá de las ya muy grabadas de Monteverdi..